¿Es Vinted un sitio para adultos? Eso parece. Según los últimos informes recibidos por la redacción de Matrice Digitale #️⃣, la plataforma de venta de ropa de segunda mano se ha convertido en un imprescindible amateur dentro de los circuitos underground del mundo fetichista. Son muchas las fotos de mujeres posando en anuncios para vender sus artículos de segunda mano, y acaban expuestas en páginas amateurs a las que han prestado atención fetichistas que no se reservan el derecho a hacer comentarios. Las fotos que circulan son las que muestran a mujeres desfilando en enaguas o con trajes íntimos, y ya han llamado la atención de visitantes de sitios aficionados que publican enlaces o fotos descargadas de la plataforma de anuncios, donde se exponen a comentarios bastante explícitos.
A esto hay que añadir la contigüidad entre los productos de lencería y los conjuntos de los sex-shops, que en algunos casos se exhiben incluso sin censura, lo que acerca a muchos menores al contexto de la prohibición para menores de 18 años.
Otro caso interesante se refiere a la venta de ropa interior a un valor superior al del mercado por el mero hecho de que ya ha sido usada por modelos, y en este caso surge un escenario de estilo japonés en el que las mujeres venden su ropa interior usada a los hombres que la quieren.
¿Un mundo submarino tirando de toda una plataforma que ahora ha acabado en medio de un ciclón de mala reputación debido a las numerosas críticas vertidas por muchos usuarios estafados? En algunas webs de valoraciones, la reputación de la empresa cosecha pocas estrellas y no es de extrañar leer los comentarios de gente decepcionada.
Incluso hay quien ha conseguido asociar el nombre de la marca a un vídeo porno en el que la protagonista ofrece sexo a cambio de un producto regalado en Vinted.
El caso de las películas para adultos, de las que no se tiene constancia de un escenario real, representa la extrema paradoja del uso de una aplicación que nació de una manera, pero que es disfrutada por la clandestinidad sin reglas éticas ni morales.
La única salida a esta vorágine podría ser la prevención, sobre todo a favor de los menores que consiguen ganar algo de dinero poniendo a la venta objetos que ya no utilizan montando lo que antes era el puesto de verano montado en las playas por los chavales. Los padres deberían aconsejar a los menores que no expongan sus rostros y que no publiquen fotos con transparencias para no ser reconocibles y, al mismo tiempo, presa de los fetichistas de la red, sobre todo de los que tienen especial predilección por los menores de 18 años.
The platform, for its part, should instead mark under-18 content all those sold in sex shops with explicit covers, protecting against the display of age-inappropriate images.
Porque es cierto que poco se puede hacer cuando uno se saca sus propias fotos de una red social, pero precisamente por eso es bueno recordar que siempre hay alguien que puede hacer un uso poco común de nuestras fotos.
Que uno de los negocios más prolíficos de Vinted es la venta de lencería de segunda mano, por otra parte, no es algo que se pueda espigar, pero sí es cierto que fascina a una camarilla de fetichistas que no sólo se excitan con las fotos de modelos amateurs involuntarias, no siempre, incluso menores de edad en ocasiones, posando con transparencias y vendiendo bragas, sujetadores y leotardos que demuestran haber llevado puestos.
